martes, 30 de julio de 2013

Teoría y prácticas del multiculturalismo en Canadá. Patrick Imbert.

“El multiculturalismo en Canadá es entendido como una extensión de los derechos humanos”

El especialista en multiculturalismo estará en la conferencia Teoría y prácticas del multiculturalismo en perspectiva comparada: Canadá y América Latina a las 12:15 p.m. en el Auditorio de EEGGLL. También participó de la mesa redonda, “Teorías y prácticas del multiculturalismo en perspectiva comparada: los casos de Canadá y América Latina”, organizado por Estudios Generales Letras, para explicar este fenómeno.

¿Cuáles son los principales aspectos del multiculturalismo?

Existen tres elementos, el grupo mayoritario, minoritario y el respeto por el individuo. El multiculturalismo en Canadá se basa sobre dos importantes ideas, la primera es proteger al grupo minoritario y resguardar a sus individuos, porque este fenómeno es entendido como una extensión de los derechos humanos. La segunda idea importante, se da en la existencia de diversos derechos específicos, es decir, que un grupo minoritario no necesita que se reconozcan diferencias completas frente a la sociedad exceptuando, por ejemplo, que algunos grupos les gustaría que se les reconozca su diferencia lingüística por tratarse de un grupo autóctono, por lo que se les va a reconocer el derecho a una educación bilingüe, otro grupo va a pedir que se reconozca su derecho a la pesca, a otro le gustaría tener excepciones religiosas por ejemplo, el uso del velo para cubrirse. Esas son las ideas importantes del multiculturalismo.

¿Cómo se logra asegurar el éxito de los inmigrantes en Canadá?

Hay diferentes tipos de inmigrantes, naturalmente hay quienes vienen con diplomas e ingresos, por lo que realmente no necesitan ayuda, pero para los menos favorecidos hay programas del municipio para integrar a los niños en programas especiales en escuelas donde se pueden, por algunos meses, estudiar en su lengua materna y en una del país, como inglés o francés. También hay programas que pueden tener acceso a departamentos básicos que no cuestan mucho donde no hay discriminación, la ayuda se da en diferentes niveles. El multiculturalismo fue implementado en Canadá en el 1971 para luchar contra el racismo y la población se ha acostumbrado a reconocer el multiculturalismo como un valor importante de la paz social y de la democracia, esto es por la existencia de una reglamentación en todos los niveles para que no haya discriminación, por ejemplo, cuando se trata de conseguir un trabajo.

En el mundo globalizado, ¿las culturas se ven amenazadas por un proceso de homogeneización?

Para mí no. Sé que hay varias teorías, pero no lo veo como un proceso de homogeneización de la cultura, porque el proceso básico de la globalización favorece el movimiento y el encuentro, entonces la gente se mueve de un país a otro, de una lengua a otra. Es cierto que se convierte en una persona bilingüe o bicultural y esto hace que se trasformen ambas culturas, incluso podría decirse que en el marco de la modernización, el proceso de homogeneización fue implementado por el Estado-Nación, porque la mayor parte de estos en Europa o América Latina, han tratado de suprimir las diferencias culturales o lingüísticas de una manera forzada, pero a partir del Estado.

¿Cree que los medios de comunicación han redefinido el sistema de valores?

Naturalmente y no solo los medios de comunicación, sino también los nuevos sistemas como Twitter, Facebook y toda la web, porque ahora tenemos acceso a cualquier cosa que buscamos en tan solo dos minutos y podemos compartir nuestras ideas con personas de todo el planeta y recibir correos muy rápidamente. Entonces, uno de los valores que ahora apreciamos es la eficiencia, la rapidez y la posibilidad de cambiar de idea o de cultura porque ahora la gente se comunica con diferentes culturas de manera instantánea, y en efecto, ese cambio que hace 50 años se temía, ahora es algo muy positivo para los jóvenes.
Usted sostiene que el lenguaje de los medios había ayudado a crear estereotipos…
Los medios de comunicación son un poder muy grande que crean estereotipos y han remplazado en parte el rol del Estado-Nación de crear estereotipos de homogeneización de un país. Ahora son los medios privados o públicos quienes los crean. Hay algunos que contribuyen a la paz o a la no discriminación, pero la mayor parte crean situaciones donde la gente no puede tener acceso directamente, todo es a través de la mediación de los estereotipos, entonces en mayor parte no son estereotipos que pueden crear comunicaciones interculturales positivas.
A eso se refería con que los medios inventan una realidad.
La cuestión es que nunca tenemos acceso a la realidad. Nuestro acceso a la gente o al mundo material es a través de mediaciones de teorías científicas, culturales y lingüísticas. Los medios han creado filtros particulares, dependiendo de sus estrategias, para imponer cierto tipo de mediación a través de estereotipos que permiten crear una cultura o ideología particular. Por ejemplo, desde 1971 los medios canadienses se han consagrado a difundir cada día la óptica positiva sobre el multiculturalismo, no solo es una cuestión de reglamentación es una nueva construcción del país, una nueva invención de la nación y esto fue manejado por el gobierno a través de los medios públicos y privados.
Fuente: puntoedu.pucp.edu.pe  30 de mayo del 2013.

domingo, 14 de julio de 2013

Cultura combi y camionetazo en el Perú.

"CULTURA COMBI Y CAMIONETAZO"


Por: Eloy Jaúregui (Escritor)
La clase media en el Perú es un oxímoron por vanidosa y un pleonasmo por menesterosa. Un informe reciente del BID dice que el 70 % de la población en Perú pertenece a la clase media.
Canallas, para ello sustentan que para pertenecer a este sector basta con un sueldo de 900 soles mensuales. ¡Qué! Soy enemigo de las estadísticas.
Son las zorras de las matemáticas. Comoeldicto al mercado Minka sé que nadie posee una camioneta 4x4 –ni china– con esa cantidad y nuestras calles y avenidas van atrancadas de ellas. Sin embargo, ningún smartphone Nokia Lumia 920 o un reloj Maurice Lacroix le otorgan a uno caché y prestigio como una camioneta Land Rover Range Rover v8. Un ‘lorcho’ con esa caña bien puede considerarse un Carlos Slim o un Bill Gates del emprendimiento cuy.
Soy clásico del pobre, vivo en Jesús María y tengo novia en Los Olivos, el Beverly Hill de Lima Norte. En mis pagos no se nota. Mis vecinos mantienen su status Toyota y hasta idolatran sus VW. Enemigos del ruido y el claxon, conducen con apatía de vieja tejiendo bufanda. Allá, en el norte, no. El ascenso social los hace inmunes al orden. Sufren de la anomia que les otorga sus tarjetas de crédito y el dinero plástico. Cierto, la mayoría ha pasado de la hedionda “cultura combi” a la fragante “cultura del camionetazo”. Así, son prepotentes y achorados. Todos usan armas de fuego. Miran como sicarios y caminan como “marcas”. Sus 4x4 vienen con discoteca incluida. Maduros, oyen a los One Direction y portan hasta 5 celulares. Entonces conversan, se cruzan, se meten, tragan manzanas, tararean, se tiran pedos, gilean, eructan, hablan con la otra, dan órdenes a sus lacayos por su USB debugging micrófono aparte y leen su Trome.
La verdadera clase media –para Arellano Marketing– está entre los (NSE) tradicionales. El concho de la C y un toque de la B. Es más, las empresas de investigación serias afirman que apenas un 28 % de los peruanos son de clase media –según nivel de ingreso–, pero cuando se le pregunta a la gente: ¿a qué clase pertenece? Un 56% se siente clase media. Es verdad, esta nueva clase media en base a los sectores emergentes, crece hace 50 años cuando llegaron como migrantes. Desde ese tiempo han acumulado propiedades y generado sus pequeñas y/o enormes empresas. Ergo, este sector no necesariamente tiene las costumbres y sigue la forma de actuar de su ADN tradicional, presenta códigos musicales, artísticos, culturales y económicos diversos. Pero los domingos, chapan cuy y se emborrachan metiendo tiros.
El peruano de marras es un migrante genético y un trashumante empedernido. A la cifra que manejaba el Dr. Teófilo Altamirano en 1985 donde se explicaba las 70 mil instituciones provincianas que operaban en Lima, sería bueno recordar las investigaciones de José Matos Mar sobre el origen de las barriadas en los 50: “Desborde popular y crisis del Estado”, y las culturas hibridas y barrios marginales en los textos Carlos Iván Degregori. ¿Qué se explica? La permanente y castrante búsqueda de la modernidad y el fracaso de su representación política. Así, el peruano del anexo viaja al distrito y luego a la provincia y de ahí a la capital del Departamento y luego llega a Lima y ya está buscando cómo irse Argentina o España. Errante errático, por no decir vagabundo, no tiene anclajes y pierde su identidad.
La nueva clase, no digo media sino “intermedia”, además de ser prepotente y arrasadora milita en los tres tipos de economía: la formal, la informal y la delictiva. Tiene talleres, son dueños de una flota de mototaxis y lava dinero en los chifas. En Los Olivos, una familia de cuatro personas acostumbra ir a un restaurante o al multicine una vez por semana. Sus hábitos de consumo los ha trasladado a los nuevos centros comerciales. Este limeño de nuevo cuño, es conchudo. Y está bien. Invade Mega Plaza como se mete en el CC Caminos del Inca. Fachoso, porta licencia de patán. Antes, se cohibía de ingresar a los restaurantes gourmets. Hoy, atropella en las tiendas fichas y paga por un par de zapatillas hasta 500 dólares. O sea, ha roto el espacio de la segregación.
Pedro Francke a quien conozco de analista serio le ha pegado su buena zurra a los genios del Banco Interamericano de Desarrollo. De acuerdo con lo que también afirma el economista Enrique Vásquez, no puede existir un 70 % de peruanos que militen en la “clase media” cuando el mismo BID dice que en Perú el 40 % somos pobres. Por ello, hablan de una “media clase”. De que en nuestro querido Perú, en economía, 2 más 2 da 7 si es de día y 3 cuando cae la noche. Insisto, dudo del Opus Dei más que del INEI, que hoy no quiere censar a los gay. Dije que intento ser clásico, pero no soy un reverendo reaccionario. Así, veo como los Wong y los Vivanda andan repletos. Observo que los peruanos –los he visto en Piura, Trujillo, Ica, Arequipa etc.– tienen una capacidad de gasto que antes no existía. Y está bien.
Pero resumiré. Un peruano de la nueva clase intermedia todavía rebuzna entre el caldo de gallina vs. combo 1 McDonald. Aparecen los restaurantes campestres en Santa Eulalia, Pachacámac y en Cienaguilla. Ahí se refutan las identidades nacionales y las cocinas departamentales reclaman un lugar en las ciencias sociales. ¿Comemos igual todos los peruanos? No creo. ¿Tienes trabajo? ¿Eres informal? ¿Cuánto vale tu Audi? La oferta es múltiple y cruel, y tiene el vómito de la corrupción. Persisten dos formas de existir. Dos conceptos de trepar al cielo del éxito. Hay pues dos países cohesionados y en conflictos simultáneo. El Perú combi y el del camionetazo, todavía.
Fuente: Diario 16. 13 de julio del 2013.

La clase media en la historia. Entre la burguesía y el proletariado.

La Tercera Clase


Por: Rodolfo Hinostroza (escritor)

Ahora que hay un renacer del marxismo a escala mundial, que se expresa en las lecturas masivas del “Manifiesto Comunista”, uno de los best-sellers mundiales del año pasado, y de “El Capital” con su creciente tasa de ventas anuales, algunos sociólogos lo conectan con las protestas de Los Indignados del Medio Oriente. Europa, de Estados Unidos y ahora de Brasil, el gigante sudamericano. Y en efecto, si bien se mira hay una vinculación de ambos temas, pero de una manera heterodoxa que trataré de explicar.

Marx, en aplicación de la dialéctica hegeliana a la Historia, decreta que la clase social que ha derrocado al régimen feudal de los reyes es la Burguesía, la que ha producido a su vez a su clase social opuesta y complementaria, el Proletariado, llamado a reemplazarla por la fuerza de la Necesidad Histórica. Pero en su análisis omite el hecho de que la Burguesía realmente engendra a dos clases sociales, el Proletariado y la Clase Media, pero esta última es ninguneada por el filósofo alemán que la ve como el remedo de la burguesía, la huachafería de los funcionarios del Estado que intentan imitar a sus patronos, y de ningún modo una clase peligrosa, que podría arrebatar el Poder al proletariado. Lenin sí la ve como peligrosa y enemiga de la Revolución Proletaria, y por eso la niega y la persigue porque puede corromper a la clase obrera y desviarla de sus fines de clase, porque la lucha principal es contra la Burguesía y sus lacayos los clasemedieros. Es por eso que la Pequeña Burguesía, como se le llama despectivamente, desaparece en tanto que fuerza histórica singular y distinta, porque se le asimila a la Burguesía sin advertir su especificidad. Como la Lucha Principal enfrenta al Capital con el Trabajo, al Burgués propietario de los medios de producción, contra los desposeídos Obreros que solo cuentan con su fuerza de trabajo, se deja de lado a la Clase Media, y se le expulsa o desaparece de la sociedad. Así lo hace la Cuba de Fidel Castro que expulsa a Miami a todo un estamento social de al menos medio millón de sujetos, el mejor preparado, el más culto, el de mayor iniciativa laboral, el de más rápido crecimiento demográfico y social, que forma parte de la clase social más numerosa e influyente del mundo, y lo reemplaza por una incipiente Clase Media Estatal incompetente, corrupta y dependiente del poder central, que imita a la de los países del bloque comunista.

La Clase Fantasma, ninguneada por Marx y perseguida por Lenin es hoy la clase mayoritaria en los países industriales, superando ampliamente a la población obrera, y extendiéndose por todas las fronteras, porque es un ideal de ascenso social, de modo de vida, que atrae, como un imán, a todos los pobres del mundo. Es la mejor oferta social que se propone en el planeta, y por su crecimiento se mide el desarrollo del país. En el Perú, por ejemplo, se anuncia que la Clase Media se ha duplicado en los últimos cinco años, a causa del crecimiento económico que ha desplazado los índices de extrema pobreza hacia abajo, y ha impulsado el incremento de la Clase Media. El mismo fenómeno, pero en forma mucho más masiva y espectacular se da en el Brasil, que ha salido a protestar porque el gobierno no está satisfaciendo sus expectativas de clase, y está gobernando para los más ricos y para los más pobres, no para ella. Y en todas partes se ve el mismo fenómeno: en Estados Unidos, en España, en Grecia, en Portugal, en Egipto, en Túnez, en los Emiratos del Golfo. Ya no son los obreros los que llenan las calles: ahora es la Clase Media, que por primera vez está actuando en tanto que sí misma a lo largo y ancho de este mundo. Antes se trataba de casos aislados y esporádicos: Mayo del 68 en Francia, la Primavera de Praga, la Caída del Muro de Berlín, en los que la Clase Media había definido objetivos de Clase, distanciándose tanto de la burguesía como del proletariado, presentándose como una cosa nueva, como una alternativa fresca en medio de esas ideologías esclerosadas.

La existencia de clase precede a la conciencia de clase” enunciaba Karl Marx y eso es exactamente lo que está pasando: hay una enorme masa de personas que está existiendo como clasemediera, no como burguesa ni como proletaria, con sus propios reclamos de clase, porque ahora está ya madura para adquirir la conciencia de clase que le hacía tanta falta. Los clasemedieros ya dejaron de creer que ellos también pueden ser millonarios, y menos aún billonarios o trillonarios como los burgueses, que les parecen aberrantes con sus cifras fabulosas, infladas de decenas de ceros: ellos ya dejaron de soñar con pajaritos y ante todo no quieren que les quiten la casa de sus sueños por no terminarla de pagar, no quieren que los boten de la chamba o que los jubilen miserablemente, o que dejen sin trabajo a sus hijos preparados en universidades, o que no les dejen elegir libremente su preferencia sexual, que haya un futuro saludable para ellos y la enfermedad no los arruine, que los políticos no se roben la plata o la desperdicien en obras faraónicas…Es sintomático que en el país de Pelé se proteste contra los desmesurados costos del Campeonato Mundial de fútbol, porque aquí no se está oyendo la incondicional voz del pueblo, sino la voz juiciosa de la Clase Media.

Casi todas las protestas de esta clase son pacíficas: en Mayo ’68 ´, a pesar de las manifestaciones multitudinarias, del desorden masivo, solo hubo un muerto que lamentar, la de un estudiante que murió accidentalmente ahogado en un río. Porque el poder ya no está “en la punta del fusil” como dijo Lenin, sino en el desorden de la calle, salvo que se trate de una dictadura sangrienta como la de Siria y algunos países árabes poco respetuosos de los Derechos Humanos. La Clase Media suele ser pacifista antes que guerrera, aunque antaño haya sido la columna vertebral del Fascismo y del Nazismo: no olvidemos que los dirigentes nazis, Himmler, Goering, Heynrich, Hesse, el propio Hitler provenían de la burocracia alemana, de la pequeña burguesía avara y resentida que veía en el proletariado a su enemigo principal…. Y tampoco olvidemos que la extinta Nomenklatura Soviética que dirigía el país con mano de hierro, estaba compuesta por individuos de la Clase Media estatal creada por la Revolución Proletaria, ya que los proletarios no sabían dirigirse a sí mismos y necesitaban que la famosa Conciencia de Clase les viniera de afuera, como lo critica Herbert Marcuse en su libro “El Marxismo Soviético”.

Se trata pues de una verdadera resurrección del Marxismo lo que estamos viviendo en el mundo entero, pero esta vez conducida por una Clase Media que comienza a salir de su marasmo, y a comportarse como una clase social con conciencia de clase, con metas propias antes que usurpadas o imitadas, aunque todavía algo difusas. Sorprende que aún no se haya creado un Partido de la Clase Media que la reúna y organice, tal como los proletarios se organizaron en torno al poderoso Partido Comunista Internacional, que estuvo a punto de gobernar nuestro planeta entero. Ahora la lucha se plantea, cada vez con mayor claridad, entre una gigantesca clase media de alcance mundial, y un puñado de billonarios, apenas un 1% de la población, que detenta la mayor parte de las riquezas del globo. Quién cree usted que ganará?

Fuente: Revista Caretas N° 2291 (Perú). 11 de julio 2013.